jueves, 16 de septiembre de 2010

El desplome del modelo cubano y el futuro de la Venezuela chavista.

La Habana 2010. Será esta una foto de Caracas, 2020?



Lo que la mitad de la población venezolana ya parece comprender no es comprendido por la otra mitad. Aunque la mayoría de los venezolanos sabemos leer, vemos y oímos, hay aún bastantes compatriotas quienes no aceptan lo que leen, ven u oyen. El patético documento cubano (ver www.lapatilla.com de hoy, 16-09-2010) , que trata de explicar el cese a corto plazo de hasta un millón de empleados del estado y sugiere tareas que los descamburados podrían hacer, es un claro ejemplo del fracaso del modelo cubano. Representa el desplome del régimen y la admisión de que el sistema se enfrenta al caos. El mensaje de Raúl Castro es un sálvese quien pueda.
El documento también ilustra el fracaso del planteamiento político. La llamada “revolución” cubana ha estado basada en la creencia de que un hombre, Fidel Castro, representaba la solución de todos los problemas de la sociedad cubana. Si Fidel lo dice, es verdad, ha sido el lema. Durante 50 años esta creencia se hizo más y más profunda, a medida que la isla se convertía en un triste estado divorciado del resto del mundo civilizado, donde la pobreza se instalaba dia a dia, de una manera tan insidiosa que los cubanos no se daban cuenta de su progresivo envilecimiento, de su creciente miseria. Ello explica porque en una bodega cubana donde vemos tres latas de sardinas en los estantes y un racimo de bananas semi-podridas guindando de un gancho oxidado, también se ve un cartel que reza: “Gracias Fidel, por todo lo que nos has dado”. Ello explica que quienes no conocen nada mejor se sientan hasta orgullosos de la ruina de sus ciudades, del abandono de sus hospitales, de la precaria condición de sus servicios públicos. La prostitución, el contrabando y la mentira han llegado a ser las principales instituciones en una Cuba castrista que aún pretende ser un paraíso de ética socialista.
Parecería fácil entender que lo que existe hoy en Cuba representa el futuro de Venezuela, si nuestro país permite que el hampón llamado Hugo Chávez continue adueñado del poder. La mitad de los venezolanos que no lo aceptan así se dividen en dos porciones: la que aún no lo entiende, porque su limitada educación cívica se lo impide, y la que lo comprende pero prefiere que suceda, solo para que “también se frieguen los burgueses”. Quienes así piensan estan más allá del convencimiento porque su problema no es intelectual sino intestinal , resultado del odio de clases que el hampón ha logrado inyectarles.
La lección de la miseria cubana se ha repetido innumerables veces a través de la historia pero cada sociedad parecería condenada a revivir la experiencia, sin leer, ver u oir. La lección nos dice que un gobierno tiene que buscar el bienestar de todos los gobernados, no de parte de ellos; que un gobierno no es asunto de un iluminado sino de un equipo que dialogue con el país y que el éxito de un gobierno no se basa en cuanto tiempo se mantiene en el poder sino en lo que hace efectivamente para mejorar la calidad de vida de los gobernados. El gobierno cubano ha fracasado en todos estos requerimientos. El gobierno del hampón llamado Hugo Chávez insiste en adoptar el modelo fracasado. Contra ese propósito suicida es necesario luchar en todos los terrenos porque en ello nos va la dignidad y hasta la vida.

2 comentarios:

EMILIO dijo...

ASI ES SR. CORONEL, LA IGNORANCIA ES EL PEOR ENEMIGO DE UN PUEBLO, MAS SI VA DE LA MANO CON EL ODIO Y EL RESENTIMIENTO, SOLO UNA EDUCACION CON LIBERTAD DE PENSAMIENTO PUEDE DERROTAR ESTE MAL QUE BENEFICIA A LOS GOBIERNOS EGOISTAS.

Eduardo dijo...

Al final de la URSS, había dos opiniones sobre el sistema socialista. La primera era reformista, propuesta por Gorbachov, y la segunda de Yeltsin, era radical, y planteaba el desmantelamiento del socialismo.

Yeltsin desecho el socialismo cuando visitó un supermercado de Texas, y encontro una gama tremenda de productos, increible para un soviético.

También éso le sirvio para comprender porque los soviéticos (en su época) y los cubanos (ahora) no recibían permiso para viajar, porque comparar otras realidades puede ser demoledor.