sábado, 10 de julio de 2010

La ignorancia de la Fiscal Luisa Ortega Díaz

Cuando esta señora dice que : “Irrespetar a Chávez es irrespetar al Estado” demuestra una gran ignorancia de su posición. Confunde a la persona con la institución.
La institución es impersonal. Es la persona la que se adapta a la institución, no la institución a la persona. En este sentido, lo innegable y lo que está a la vista de todos los venezolanos que no padezcan de la terrible aflicción del fanatismo es que quien irrespeta a la institución es Hugo Chávez.
Hugo Chávez ha irrespetado sistemáticamente a la institución presidencial. Su lenguaje insolente, vulgar; su agresividad hacia sus compatriotas; su altanería y patanería; su estilo; el uso del uniforme militar; todo él es un insulto ambulante a la institución presidencial.
Cuando un venezolano hace uso de su derecho constitucional de expresar una opinión, ese venezolano puede ser combatido en el terreno de las ideas pero no puede ser vejado por un presidente ventajista y abusador. El Cardenal Urosa dijo publicamente que Chávez estaba llevando a Venezuela a un régimen comunista. Al decirlo no hizo más que repetir lo que meses antes Chávez había declarado orgullosamente ante la Asamblea Nacional.
Por qué lo que es una admisión voluntaria en boca de Chávez se convierte en un insulto en boca del cardenal?
Hay que estar claros en algo: este régimen de Hugo Chávez es el régimen que ha irrespetado con mayor saña e impunidad las instituciones públicas en la historia reciente de nuestro país. Digo este régimen porque no solo Chávez es transgresor. La fiscal que habla de esta manera tambien agrede a la intitución que representa, prostituye sus deberes. Un fiscal digno debería haber censurado a Chávez, por haber actuado de manera inaceptable, al vejar a un compatriota en un recinto institucional, en un evento institucional.
En lo que tiene razón la fiscal es en decir que “un irrespeto a las instituciones es un irrespeto al estado”. Agregaría yo, no solo al estado, señora, sino a nuestra nación, la cual es mucho más que el estado.
El problema es que las agresiones a las instituciones venezolanas han venido de ustedes, quienes deberían haberlas defendido. Ustedes han ensuciado las instituciones que dicen representar. De manera que confundir a la institución con la persona, como usted lo ha hecho, demuestra que no está a la altura de su cargo. Ninguno de ustedes lo está.
No debería usted estar investigando el contrato de PDVSA con la intermediaria de Singapore? Eso si sería trabajar por la institución y por la nación.

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