martes, 6 de julio de 2010

Actos del 5 de Julio: farsa del malandro mayor.



Cardenal Urosa (izq.) y Obispo Moronta (der.), en su visita al museo de cera de Mme. Tussaud.


El discurso, si se puede llamar así, de Hugo Chávez ante el Congreso le dedicó bastante tiempo a los insultos contra el Cardenal venezolano Jorge Urosa, quien dijo grandes verdades recientemente. Dijo el Cardenal en El Universal del 27 de junio pasado: : “[el régimen de Chávez] pretende copar todos los espacios, va en una línea totalitaria, y mucho más allá de tareas que le son propias, como garantizar la seguridad personal y patrimonial de los ciudadanos; el buen funcionamiento de los servicios públicos; la soberanía y la independencia del país. Así se ha metido a productor, distribuidor y comerciante de toda clase de productos. Se trata de intervenir en todos los aspectos de la vida de los venezolanos en la imposición de una línea marxista-comunista”. Quien tenga ojos para ver y oídos para escuchar no puede negar que tal aseveración es cierta . Agrega el cardenal: “: “Esa intervención…que el Presidente quiere imponer fue rechazada por el pueblo el 2 de diciembre de 2007”. Lo que también es rigurosamente cierto. El cardenal finaliza diciendo sobre el régimen chavista: “En Venezuela no se había dado nunca un culto a la personalidad tan grande como el que la gente del gobierno le rinde al Presidente con profusión de super-gigantografías y toda una parafernalia publicitaria. Esto es obviamente negativo, pero lo peor es que la línea marxista-comunista conduce a la ruina, a la destrucción de la economía, a una pobreza mucho mayor y a una dependencia alimentaria totalmente opuesta a la soberanía alimentaria. El problema es grave porque vamos camino a una nueva Cuba y el pueblo lo rechaza”. La pura verdad.
Chávez, repetimos, utilizó la máxima fecha patria para convertir (no es necesario hacer un gran esfuerzo) la Asamblea Nacional en un burdel. Ante una audiencia cautiva, llena de focas "maizeadas"por el ocio y la corrupción que palmoteaban entusiasmadas, Chávez insultó al Cardenal Urosa llamándolo “indigno” y “troglodita”, por advertirnos que Chávez trata de imponer sobre Venezuela una inmensa cortina de hierro, lo cual ha sido difícil hasta ahora dada la escasa producción de SIDOR. Chávez también barrió el suelo con el finado Cardenal Velasco, a quien tuvo el tupé de calificar de golpista, precisamente él, el propio golpista cobarde que causó la muerte de 200 venezolanos en 1992. Procedió a darle el beso de la muerte a Mario Moronta, al decir que “para él, Moronta era el verdadero cardenal, un super Cardenal”. Moronta es un obispo muy meloso con él, quien decía en Agosto de 2007 : “Solo los ilusos pueden pensar que en Venezuela no hay democracia”. En ese año Moronta publicó una pastoral, aguijoneado por Chávez, quien lo había tildado de mudo por no apoyarlo publicamente. Dijo Moronta entonces, en su guabinosa pastoral: “en los diversos planteamientos acerca del socialismo del siglo XXI se ha venido insistiendo en la urgencia de hacer realidad..la imágen de un hombre nuevo. Con ello se quiere indicar la necesidad del cambio de conducta moral que ha de distinguir a todo ciudadano”. Conducta moral? Chávez y su pandilla? Que bolas tiene Moronta!.
Moronta comenzó a hacerle propaganda al socialismo del siglo XXI , ese mamotreto que nadie sabe de que se trata porque el único que sabía, Heinz Dieterich, se enemistó con el malandro mayor y se ha dedicado a otras actividades. Como recompensa Moronta pasa a ser el "papa negro" blanco del régimen.
Luego el presidente Correa se mandaría un “discurso” sobre el socialismo del siglo XXI en el cual se deshizo en elogios sobre el “comandante”, elogios correspondidos por Chávez en su intervención, una especie de sociedad de las alabanzas mutuas entre dos super-mediocres.
Todo esto se llevó a cabo en el marco de una ceremonia grotesca en la cual los “restos” de Manuela Sáenz fueron llevados al Panteón Nacional. Manuela, a quien Bolívar conoció en 1822, después que la independencia de Venezuela había sido sellada, no jugó ningun papel en nuestra saga . El evento de ayer fue un montaje político de mál gusto, posiblemente con el eventual propósito de mezclar los “restos’ de Manuela con los “restos”de Bolívar, en una especie de evento necrofílico sacado de alguna novela de Stephen King. Ello parece ser la recomendación de los asesores, babalaos cubanos, quienes argumentan que ello daría una gran y requerida fuerza al “comandante”, quien se ha debilitado mucho por ingerir comida podrida.

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