domingo, 12 de agosto de 2007

HUGO CHAVEZ: EL LENGUAJE DE LA TRAICIÓN

HUGO CHAVEZ: EL LENGUAJE DE LA TRAICIÓN.

Desde Washington.
Los historiadores del futuro no lograrán entender como un gobernante venezolano pudo hablar el lenguaje de la traición con la impunidad y desverguenza de Hugo Chávez. Desde haber llevado engañados a los soldados bajo su comando al golpe militar de 1992, pasando por su grotesco discurso ante la Asamblea Nacional en 2004, en el cuál admitió haber creado intencionalmente la crisis en PDVSA, pasando por la entrega de nuestro petróleo a Fidel Castro y, terminando ahora, en sus discursos ofreciendo el petróleo que no es de él a los países del Caribe y diciendo que el petróleo “no es de nosotros sino de todos”, Hugo Chávez no ha cesado de hablar el lenguaje de la traición.
En el reciente evento convocado en Caracas para reunir a los miembros de PetroCaribe Hugo Chávez dijo publicamente lo siguiente:
“Venezuela pone a disposición de nuestros pueblos del Caribe esta riqueza petrolera que no es nuestra, es de todos nosotros.. vamos a compartirla como Cristo compartió los panes…. Allá [en el Orinoco] está la energía para 200 años, para los nietos de nuestos nietos”.
Esta frase pudiera entenderse como simple retórica vacía. En vista de los antecedentes del personaje, sin embargo, esta es una frase que revela las intenciones entreguistas del dictador. Este hombre no lo piensa dos veces para regalar nuestros recursos a quienes estén preparados para darle a él su “lealtad”y su apoyo político en el escenario internacional. Todos los recursos del país están siendo indebidamente utilizados por Hugo Chávez para tratar de establecer su hegemonía en la región. Ningun gobernante venezolano, y mire que los hemos tenido ladrones, ineptos, incompetentes y ególatras, había combinado todas esas lacras como lo hace hoy Hugo Chávez.
La utilización de nuestros recursos naturales para propósitos de consolidación de un proyecto político es traición. El regalo de esos recursos para hacer aliados de circunstancia es traición. El dejar de obtener una justa remuneración por nuestras materias primas es traición. El ofrecimiento de nuestras riquezas a otros países para hacer propaganda politica es traición.
En otras oportunidades hemos dicho que el petróleo es un recurso que debe tratarse con especial cuidado por su naturaleza no renovable. Con el petróleo no sucede lo mismo que con el maíz o la soya. Si se pierde una cosecha vendrán otras. Cada barril de petróleo que el dictador regala o mal vende desaparece para siempre, nunca será reemplazado. De allí que cambiar nuestro recurso por caraotas negras o guardaespaldas cubanos, es decir, lo no renovable por lo renovable, constituye un acto de ineptitud gerencial, de indiferencia gubernamental y de traición a los intereses de la nación. Se pudiera argumentar que el dinero efectivo es también un recurso renovable pero, al contrario de caraotas y guardaespaldas, nos daría una total flexibilidad para ser utilizado en lo que realmente le conviene al país y, lo más importante, es cuantificable y comparable en valor a lo que estamos entregando. Tal como lo hace Chávez: Cuantos guardaespaldas por barril? Cuantos cambures? Cuantas caraotas? De la mano del dictador Venezuela regresa a la etapa del trueque, una etapa que la humanidad ya ha superado, excepto en los rincones mas primitivos del planeta. Hugo Chávez habla con desparpajo el lenguaje de la traición. Y los esclavos aplauden o callan.
Allá ellos ante el espejo.

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